¡Bienvenidos a la tienda virtual de Upsala! Piezas que entrelazan tu historia personal con el mundo de la mitología y la literatura
Una oración muy simple que expone una realidad que duele.
Por siglos las mujeres que deseaban dedicarse a algo más que cumplir el mandato de ser buenas esposas y madres tuvieron que ocultarse. En el caso de las escritoras, tuvieron que despojarse de sus verdaderas identidades para expresar sus ideas, escapar de la vida que se les imponía y saborear un poco de la libertad que tenían los hombres.
Ellas tuvieron el talento, las ganas, la capacidad y las ideas. Pero nada de eso importó en un mundo creado por y para hombres. Ser mujeres era suficiente para inhabilitarlas como intelectuales. Por eso, solo escondiendo sus identidades bajo el anonimato o creando pseudónimos masculinos, accedieron a la posibilidad de escribir y expresar lo que pensaban y/o tocar temas que moralmente “no eran aptos para el sexo femenino”.
Anónimo era una mujer.
Anónimo somos las mujeres.
Anónimo engloba a todas aquellas que por siglos fueron silenciadas, reprimidas y ultrajadas porque el mandato social así lo establecía. Anónimo es el claro ejemplo de una sociedad injusta e imparcial; de un mundo donde las reglas no son iguales para todos. Anónimo es un recordatorio de la invisibilización que durante tanto tiempo padecimos.
¿Por qué es necesario un recordatorio? Porque solo con la memoria es posible darles a esas mujeres el lugar y el reconocimiento que siempre debieron tener.
$22.000,00
3 cuotas sin interés de $7.333,33
10% de descuento pagando por transferencia bancaria
Una oración muy simple que expone una realidad que duele.
Por siglos las mujeres que deseaban dedicarse a algo más que cumplir el mandato de ser buenas esposas y madres tuvieron que ocultarse. En el caso de las escritoras, tuvieron que despojarse de sus verdaderas identidades para expresar sus ideas, escapar de la vida que se les imponía y saborear un poco de la libertad que tenían los hombres.
Ellas tuvieron el talento, las ganas, la capacidad y las ideas. Pero nada de eso importó en un mundo creado por y para hombres. Ser mujeres era suficiente para inhabilitarlas como intelectuales. Por eso, solo escondiendo sus identidades bajo el anonimato o creando pseudónimos masculinos, accedieron a la posibilidad de escribir y expresar lo que pensaban y/o tocar temas que moralmente “no eran aptos para el sexo femenino”.
Anónimo era una mujer.
Anónimo somos las mujeres.
Anónimo engloba a todas aquellas que por siglos fueron silenciadas, reprimidas y ultrajadas porque el mandato social así lo establecía. Anónimo es el claro ejemplo de una sociedad injusta e imparcial; de un mundo donde las reglas no son iguales para todos. Anónimo es un recordatorio de la invisibilización que durante tanto tiempo padecimos.
¿Por qué es necesario un recordatorio? Porque solo con la memoria es posible darles a esas mujeres el lugar y el reconocimiento que siempre debieron tener.