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Hécate era invocada como la protectora de los caminos y las encrucijadas. También es conocida como la diosa de la hechicería y lo arcano. Debido a que no tiene un mito propio, la historia de esta diosa se cuenta a través de sus atributos y acciones. Según la mitología griega, Zeus, el rey de los dioses, le dio el don de conceder o denegar los deseos de las personas que la adoraban. Además de esto, ella también podía bendecirlos con abundancia, prosperidad, acrecentar el don de la elocuencia y otorgarles bienes y favores a los mortales que la seguían.
En sus representaciones más antiguas se la presenta como una guía para aquellos que están perdidos o realizan viajes. Era costumbre colocar estatuas de Hécate en lo cruces de los caminos, sobre todo en aquellos que se dividían en tres senderos, ya que ella también es conocida como la triosa triple. En muchas obras es representada con tres cabezas, atribuyéndole a cada una las diferentes consecuencias que pueden llevar los caminos que los seres vivos eligen transitar.
Es venerada como la madre de las brujas y lo desconocido, considerada como la diosa de lo inexplorado. Los antiguos griegos creían que ella guiaba a la humanidad a través de lo no conocido, iluminando el camino con una antorcha (uno de los objetos con la cual se la representa).
Por último, también se la conoce como la protectora de los perros. En Tracia había una creencia que afirmaba que ella se manifestaba como perro frente a sus adoradores. Existe un mito sobre una antigua reina troyana, Hécuba, a quien Hécate la convirtió en una de sus perras negras.
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Hécate era invocada como la protectora de los caminos y las encrucijadas. También es conocida como la diosa de la hechicería y lo arcano. Debido a que no tiene un mito propio, la historia de esta diosa se cuenta a través de sus atributos y acciones. Según la mitología griega, Zeus, el rey de los dioses, le dio el don de conceder o denegar los deseos de las personas que la adoraban. Además de esto, ella también podía bendecirlos con abundancia, prosperidad, acrecentar el don de la elocuencia y otorgarles bienes y favores a los mortales que la seguían.
En sus representaciones más antiguas se la presenta como una guía para aquellos que están perdidos o realizan viajes. Era costumbre colocar estatuas de Hécate en lo cruces de los caminos, sobre todo en aquellos que se dividían en tres senderos, ya que ella también es conocida como la triosa triple. En muchas obras es representada con tres cabezas, atribuyéndole a cada una las diferentes consecuencias que pueden llevar los caminos que los seres vivos eligen transitar.
Es venerada como la madre de las brujas y lo desconocido, considerada como la diosa de lo inexplorado. Los antiguos griegos creían que ella guiaba a la humanidad a través de lo no conocido, iluminando el camino con una antorcha (uno de los objetos con la cual se la representa).
Por último, también se la conoce como la protectora de los perros. En Tracia había una creencia que afirmaba que ella se manifestaba como perro frente a sus adoradores. Existe un mito sobre una antigua reina troyana, Hécuba, a quien Hécate la convirtió en una de sus perras negras.